La sala no es enorme, pero el espacio está bien distribuido entre las cuatro mesas de fogones.
El concepto no puede ser más acogedor.
Cada vez que pasamos, acabamos hablando con nuestros vecinos sentados alrededor de la mesa, y el cuadrado que se forma donde todo el mundo puede ver al chef trabajando no puede evitar que la gente establezca contacto visual e inicie conversaciones.
Hay otra zona del restaurante donde se puede estar más apartado, si sólo se quiere disfrutar de un tête-à-tête o hablar de negocios. Es un poco complicado ver el espectáculo desde allí, ¡pero la comida es igual de buena te sientes donde te sientes!
La decoración es de una sencillez zen, sin adornos ni clichés asiáticos, con una iluminación tenue que juega entre la del techo y la de las mesas.
El Teppanyaki es un tipo de cocina japonesa que utiliza una plancha caliente para asar los alimentos.
Además de la forma de cocinarlos, que chamusca la carne, el marisco y las verduras de forma extraordinaria, manteniéndolos jugosos y sabrosos, es también un espectáculo que siempre deleita a los comensales.
El chef es un especialista en la materia, ya que ha trabajado como cocinero en varios establecimientos parisinos de primera categoría y ha estudiado con un maestro japonés durante varios años.
Apasionado y ágil, le encanta compartir su gusto por la cocina japonesa.
Vestido con su traje de chef, no dejará de fijarse en su funda de vaquero que porta sus diversos cuchillos.
Pimenteros malabares, tofu y verduras saltarinas, colas de langostinos guillotinadas: estos son sólo algunos de los trucos que amenizarán la velada, ¡sin caer en la trampa de convertir la preparación de su plato en un circo!
Usted también irá vestido con un bonito delantal negro, ya que el chef tiene un poco de mala suerte de vez en cuando y una caída de tofu no es descartable :-)
Le Comptoir Nippon no es sólo Teppanyaki.
Hay, por supuesto, todos los grandes temas de la cocina japonesa: tempura, sushi y sashimi, maki o california...
Pero una vez más, el Comptoir de la gastronomie japonaise nos ha sorprendido con un menú Fusión.
Es difícil resistirse a la tentación de los Nems con foie gras y shitaké (15 €), los Spider rolls (tempura de cangrejo blando y salsa de anguila a la parrilla) o los Crêpes con magret de pato y salsa barbacoa.
Para los entrantes, ¡teníamos donde elegir!
En primer lugar, el chef preparó un surtido de especialidades de sushi (debo señalar que el sushi no está disponible a la carta de esta forma).
El Hot Lobster Sushi es una auténtica experiencia de degustación, la calidad y frescura de los ingredientes es incuestionable, y también explica esta abundancia de sabores... lo que significa que muchas de las especialidades de la casa no están disponibles, ¡pero el precio de los productos lo explica!
El sashimi de pescado envuelto en una hoja de pepino es brillantemente fresco y muy bonito a la vista.
En cuanto a los platos principales, el Teppanyaki es imprescindible.
El chef nos presenta foie gras frito sazonado al estilo asiático... sobre un lecho de verduritas.
Ni que decir tiene que es una auténtica barbaridad... y eso que cuesta 27 euros...
En cuanto a la carne, el Teppanyaki se sirve con pollo (18 €) o solomillo de ternera (22 €) o filete (aún más tierno, 27 €).
El plato siempre va acompañado de pequeñas verduras salteadas a la plancha con una mezcla de salsas aromáticas.
Pudimos saborear el solomillo de buey, que pedimos poco hecho y que nos sirvieron tal y como habíamos pedido. La calidad de la carne también es digna de mención: se deshace en la boca, se deshace en la boca, se deshace en la boca...
En cuanto al pescado y el marisco, la oferta es mucho más amplia: gambas, salmón, vieiras e incluso bogavante vivo entero (según disponibilidad).
Nos encantaron las gambas y las vieiras, hechas a la plancha en su punto y servidas con una salsa casera de perejil al estilo asiático (un poco como la que se utiliza para los mejillones rellenos), de la que ya me contarás.
Aunque las cantidades pueden parecer un poco pequeñas, puedo decirle que después de dos comidas, siempre salí del restaurante sintiéndome bien, sin hambre ni pesadez...
En cuanto a los postres, los japoneses nunca son campeones del género.
Para divertirse, le recomendamos el crepe de té verde flambeado, coronado con una ensalada de fruta fresca.
Este es quizás el único punto débil del restaurante; el postre no tiene nada que reprochar, pero al lado de las explosiones de sabor de la comida, el soufflé cae un poco plano.
Otros postres de la carta son los buñuelos de plátano con coco flambeado (¡por qué no!), los lichis en almíbar (¡qué déjà vu!) y el Mystère flambeado (muy Chinatown).
Ubicación
Au Comptoir Nippon
3, avenue du Maine
75015 Paris 15
Reservas
www.comptoirnippon.com
01 45 48 28 98