Restaurante 1146 en París: un asador increíble como en Japón

Muchos carnívoros consideran esta carne el Santo Grial. Por su ternura y su carne grasa, la ternera wagyu suele ser unánimemente apreciada. Si no es raro poder degustar esta especialidad en Japón, varias direcciones parisinas también proponen saborear esta carne excepcional, siguiendo el ejemplo del restaurante Yakiniku 1129. Abierto en el distrito 1 de París en enero de 2022, este local propone degustar wagyu al estilo barbacoa japonesa. Esta primavera, a partir del 4 de mayo de 2023 para ser exactos, el restaurante Yakiniku 1129 innova desvelando una nueva experiencia. Para descubrirla, hay que bajar al sótano del restaurante 1129. Es aquí, bajo piedras expuestas, donde nos espera el íntimo restaurante Steakhouse 1146.

Olvídese de todo lo que sabe sobre el clásico restaurante asador, con filete y patatas fritas en el plato. Steakhouse 1146 es un restaurante asador en la más pura tradición japonesa. En el País del Sol Naciente, steakhouse hace referencia a aquellos restaurantes especializados donde se asa "deliciosamente" la carne. A menudo se hace referencia al steakhouse como uno de los "placeres de los adultos chic ".

¿Qué hay en el menú? Sugerencias sencillas, con el filete de ternera como plato principal, pero también entrantes elaborados con ingredientes de temporada, sopa, arroz y postre. En la actualidad, sólo hay una veintena de asadores en Japón.

Una " gastronomía japonesa chic " que ahora es posible saborear gracias a la apertura del Steakhouse 1146 en París. Y es en un marco íntimo donde nos reciben. Acomodados tras la barra, con capacidad para 8 comensales, descubrimos el menú degustación que nos ha preparado el talentoso chef Masahiro Ishida. Si hay algo que sabe hacer este chef, que lleva 22 años trabajando, es cocinar. Masahiro Ishida domina a la perfección las técnicas de freír, asar y preparar "kushi-yaki" (brochetas a la parrilla). Y esto es exactamente lo que descubrimos al degustar su sabroso menú, que mezcla carnes excepcionales y sabores Umami.

La experiencia, porque venir al Steakhouse 1146 es para recordar, comienza con un delicioso tartar de costilla corta de wagyu cubierto de caviar, que ofrece notas saladas muy agradables. Mientras nuestras papilas gustativas arden con este primer entrante, el chef prepara el siguiente plato cortando con cuidado y delicadeza un trozo de wagyu correspondiente a la particular parte de"chuck flap" de la ternera. A continuación, nos ofrecen un sashimi de costilla baja de wagyu, bien marmoleada y a la vez tierna y grasa para una explosión en boca garantizada.

Los platos se suceden, pero no son iguales, por un lado una lengua de ternera francesa asada ante nuestros ojos y ligeramente alimonada, y por otro un foie gras con saikyo miso (miso blanco dulce) también quemado con soplete.

Antes de atacar el plato principal, a base de solomillo y chuletón de wagyu, nos obsequiaron con dos platos tan ligeros como deliciosos: una sopa de maíz y una ensalada de temporada sublimada por una vinagreta casera de nata fresca.

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Aquí estamos con el plato principal, compuesto por un trozo de solomillo y katsu de ribeye (empanado), el conjunto decorado con salsa ponzu, salsa de cebolla, salsa de vino tinto y manzana, sal con shiitake y kombu. Cómo no sucumbir a estos dos increíbles trozos de ternera wagyu, perfectamente cocinados. Me encanta este plato en el queel Umami adquiere todo su significado.

Tras el plato principal, se ofrecen otros dos platos antes del postre. Continuamos con una patata asada en el horno durante 3 horas, luego con arroz salteado con ajo y tsukemono de nabo blanco.

Terminamos con la crème caramel, tan ligera como sabrosa, ideal para poner fin a esta fabulosa comida que probablemente no olvidaremos en un santiamén. Por otra parte, este íntimo momento gastronómico tiene un precio (elevado); cuente 330 euros por el menú degustación. Pero el Steakhouse 1146 es un restaurante totalmente único en París, y el menú degustación no es un simple menú, es una verdadera experiencia que despierta todos los sentidos.

Y como toda experiencia que hay que ganarse, hay que disponer de tiempo para disfrutar plenamente de esta comida, que sólo se ofrece por la noche. Prevea al menos 2 horas en la mesa. Tanto más cuanto que esta experiencia puede ir acompañada -para quienes lo deseen- de un maridaje (que incluye sake, Pouilly-Fuissé, shōchū casero con café...).