Maria Belza, cocina vasca en el Canal Saint-Martin

A orillas del Canal Saint-Martin, no lejos delHôpital Saint-Louis, el restaurante Maria Belza le invita a relajarse durante el verano. Creado por Benoît Mollet y Franck Guigault y bautizado con el nombre del Rocher de la Vierge de Biarritz, Maria Belza es el nuevo restaurante de París que rinde homenaje a la región vasca.

Para sumergir a los gourmets en una atmósfera marinera, los dos amigos recurrieron a la decoradora Daphné Desjeux, formada en la Ecole Boulle. Las paredes del restaurante están teñidas de azul claro, azul oscuro y marcos antiguos, las estanterías con espejos de aspecto vintage, rosarios y una estatua de la Virgen que contempla al público con su mirada tranquilizadora.

En la cocina y en las grandes mesas, se hace hincapié en compartir y en la convivencia, con tapas para compartir entre los comensales. En la carta destacan los mejores productos del Suroeste: elOssau Iraty (12,50 €) y el jamón ibérico (12 €) se cuelan en unas croquetas traviesas y crujientes que se comerían por docenas, la ensalada César (11 €) se transforma al estilo del Suroeste con magret de pato ahumado, y por la mesa desfilan pan con tomate (7 €) generosamente adornados, junto con pimientos del Padrón (8 €).

Maria Belza es el lugar ideal para una buena comilona con amigos, para descubrir lo mejor que ofrece el País Vasco. ¿Quiere más? Le encantarán los deliciosos platos de cochonillas y quesos vas cos (13 €), el foie gras semicocido (14 €), la estrella de la carta, el pulpo a la plancha con su salsa vierge (13 €), perfectamente bocado y caramelizado por fuera mientras sigue fundiéndose por dentro, o la burrata y los piquillos (13 €) en los que mojar alegremente.

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El restaurante ofrece también platos vascos más imponentes, con confit de pato y berenjenas a la parmesana (21 €), chuletas de cerdo con crema de chorizo y pimiento de Espelette (24 €), pescados de lonja y verduras asadas (55 €), así como platos menos vascos, no menos encantadores, pero que nos alejan de nuestro viaje por el País Vasco a pie y con el paladar.

De postre, por supuesto, le tentará el pastel vasco de la casa Pariès (8 €), mientras se sirve una copa de vino natural y biodinámico. ¡Un pedacito del Suroeste en París!