Reÿs Glaces Éternelles, que abrió hace apenas un año en el número 4 de la calle Bourg Tibourg, en el distrito 4, ya está en boca de todos. Hay que decir que sus helados artesanales, de sabores a veces insólitos, tienen mucho que ofrecer. Imagínese una tienda que ofrece una gama de 14 helados y sorbetes con sabores que evocan recuerdos de infancia y viajes. A eso se añaden 4 granités que cambian cada día en función de la oferta (ese día nos encantaron el matcha-thé vert menthe y el melón a la albahaca).
¿Cuáles son los recuerdos de la infancia? La compota de fresas y ruibarbo de mamá, el chocolate caliente batido a mano del abuelo o las vacaciones en Bretaña con la familia para degustar caramelo de mantequilla salada. Son recetas con sabor a antaño. ¿Y los viajes? Pues, como era de esperar, todo gira en torno a los sabores de las experiencias viajeras, como el Paseo por Bangkok, que descubre un helado de coco con crujiente risotto de arroz tailandés y hierba limón, la Boda india, que combina pistacho Bronte, cardamomo y agua de rosas, o el insólito Tsatsiki cretense, que se ha convertido en un plato imprescindible, y que combina yogur griego, pepino, aceite de oliva, menta limón y ajo.
Para crear sus recetas y lanzar su negocio, Jean-Pierre Braun, que ha trabajado en diversos campos durante los últimos 30 años, desde la restauración al marketing, se fue a la Toscana italiana a formarse con un gran chef artesano. Fue tras un sueño premonitorio, en el que se veía a sí mismo vendiendo helados, cuando nació la idea. Un segundo sueño, que le dio el nombre de Reÿs para su tienda, le convenció para lanzarse a la aventura. Es un nuevo reto para este empresario que no puede estarse quieto, y que tiene toda la intención de ampliar su tienda.
Gracias a su experiencia en Italia, que le enseñó los fundamentos de la heladería italiana, tradicionalmente menos dulce (entre un 10% y un 20% de azúcar en sus helados), menos grasa y más aireada para un efecto más refrescante, se lanzó a la aventura el año pasado, empezando por dejar su impronta en la azotea de la Tour Montparnasse.
Hace unas semanas abrió su tienda y está encantado de crear todo tipo de sabores respetando los fundamentos del helado italiano. Materias primas de calidad, sobre todo fruta ecológica y de temporada, todo hecho en casa, sin colorantes ni conservantes, pero con algunos estabilizantes naturales.
En cuanto a los nuevos descubrimientos, mientras que a los puristas les tentará el helado de vainilla (elaborado con vainilla salvaje de Papúa cuando lo visitamos), el de pistacho de Bronte o el de chocolate del abuelo, a los curiosos les seducirá el excelente sorbete de melocotón y rosado de Provenza llamado"Un après-midi à Collioure",Baiser du dragon", que combina fruta de dragón, té Lapsang Souchong ahumado, pimienta roja de Sichuan y dragón blanco, o el famoso"Sorbet coco créole", que combina leche de coco, canela, nuez moscada y lima (aprobado por auténticos criollos cuando lo visitamos).
Tenga en cuenta que muchos de los helados son veganos, lo que siempre es bueno saber. Los helados se pueden llevar o disfrutar en la terraza, en una de las pocas mesas que hay delante. Puede pagar 3,50 euros por una bola de helado, 6 por dos y 7 por un granizado del día.
¿Le apetece un buen helado en París ?
Ubicación
Reÿs Hielo Eterno
Rue du Bourg Tibourg
75004 Paris 4
Información sobre accesibilidad
Tarifas
Une boule : €4
Deux boules : €7
Trois boules : €9
Quatre boules : €11
Edad recomendada
Para todos