Tout-Paris en el Cheval Blanc París

Le Tout-Paris, el sublime restaurante que domina la capital, ha sido galardonado con su primera estrella Michelin. Situado en la 7ᵉ planta del Cheval Blanc Paris, con una terraza que presume de una vista impresionante del Sena y de los monumentos emblemáticos de la capital, podrá descubrir la hermosa cocina francesa contemporánea de William Bequin, generosa y bien dominada.

"Todo París se encuentra en la Samaritaine", el famoso eslogan de los grandes almacenes está más de actualidad que nunca cuando Le Tout Paris, una brasserie de estilo francés con unas vistas impresionantes, se instala en la 7ª planta del Cheval Blanc Paris. El hotel de lujo, que abrió sus puertas en septiembre de 2021, ha ocupado la sección frente al Sena del edificio Samaritaine desde su renovación.

Le Tout-Paris consta de 3 espacios distintos. La luminosa sala, con sus colores primarios, sumerge al visitante en un ambiente muy pop; la terraza , con sus impresionantes vistas sobre el Sena y los monumentos más bellos de París, como la Torre Eiffel o la catedral de Notre-Dame de París; y, por último, el jardín, orientado hacia el sur, ofrece una vista panorámica sobre los tejados de París.

Nada más desayunar, adéntrese en el corazón de esta brasserie contemporánea de vivos colores para disfrutar de un amanecer sobre el Sena mientras saborea tostadas francesas, gofres o crêpes. Y no olvide el tradicional brunch de los domingos por la mañana. No hay mejor manera de reponer fuerzas y empezar el día con buen pie. Además, la terraza ofrece magníficas vistas sobre el Sena y la orilla izquierda.

Bajo la batuta de Arnaud Donckele, William Bequin, un chef con una trayectoria impecable, nos ofrece algunos buenos descubrimientos. Ciertamente, adopta los elementos característicos de las brasseries, pero con finura y calidad. Entre sus creaciones destacan el pichón en crapaudine au jus qui réveille y el bogavante azul con salsa bearnesa. Otro favorito es la Gratinée à l'oignon (28 €), una sopa de cebolla modernizada cubierta con un hojaldre de corteza de Mornay. En cuanto a los postres, los golosos no se quedarán atrás, y podemos confiar en Maxime Frédéric, el jefe pastelero, para terminar la comida con una feliz nota de dulzura.

Ahora con una estrella Michelin, el restaurante sigue seduciéndonos con sus revisitas atemporales.

Tout-Paris en el Cheval Blanc París

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