Ya no hace falta que le presentemos a Maxime Frédéric, el multipremiado chef pastelero que ya nos deleita en Cheval Blanc Paris y Café LV Dream. ¿Sueña con poder disfrutar de sus pasteles, viennoiseries y chocolates de una forma más accesible? Si es así, está de suerte, ya que el chef y su equipo han abierto una gran y hermosa pastelería en el distrito 17.
Pleincœur es el nombre de esta nueva dirección gastronómica soñada por Maxime Frédéric desde hace más de un año. Acérquese al 64 rue des Batignolles, en la esquina de la Place du Dr Félix Lobligeois, para descubrir este lugar acogedor y auténtico, como el chef.
"Porque nos gustan los momentos de alegría compartida, porque nos gusta emocionarnos con un postre o una creación, porque nos gusta ver sonrisas, porque nos gusta recordar los sabores de la infancia, porque nos gustan los pequeños detalles del día a día, porque nos gustan las grandes ocasiones para maravillarnos, Porque nos encantan los productos bonitos elaborados con ingredientes que respetamos, porque vivimos para la búsqueda de la emoción, porque nos gusta estar presentes cada día, en cada momento, y porque ponemos amor en todo lo que creamos, imaginamos Pleincœur. "
El pastelero Maxime Frédéric destaca por su enfoque meticuloso y poético de la pastelería. Pleincœur es un lugar dedicado a la pastelería contemporánea, donde tradición e innovación se dan la mano. En esta dirección, que le encanta porque es su barrio y la pastelería que soñaba tener, le invita a descubrir su visión del dulce, entre texturas delicadas y sabores de infancia. El talento del chef reside en la forma en que sublima las cosas sencillas para convertirlas en excepcionales.
Esta panadería, pastelería y chocolatería es el fruto de un largo viaje inspirado en Normandía, donde creció el artesano, y de la pasión por los productos naturales y el saber hacer auténtico. Este establecimiento no es sólo una panadería, sino un verdadero lugar para vivir, donde cada cliente es acogido con la calidez de un miembro de la familia.
A la entrada de la tienda, encontrará un expositor de pasteles, que incluye tartas de queso blanco, charlottes de chocolate y postres de vainilla. Cada creación cuesta unos 9,80 €.
En el centro, el chocolate y los pasteles cobran protagonismo. Barritas, choco-noisette y bombones en forma de moldes de cobre le están esperando.
A lo largo de la pared se exponen yogures y postres en tarros, que revelan los batidos de chocolate de la abuela, las mousses de chocolate y los flanes de arroz.
Frente al mostrador, la carta ofrece una amplia gama de panes de masa madre de todo tipo. Recomendamos el pan de sésamo y miel, marca de la casa.
Por último, pero no por ello menos importante, se enamorará de la gama de bollería vienesa de la casa. Panes vieneses, croissants y pains au chocolat inflados, pan suizo sorprendente, brioches, pan con pasas y brioche cubierto de arroz con leche son sólo algunas de las delicias dulces que querrá probar. No se pierda el kouign-amann, que está para morirse. Nosotros probamos la versión de manzana, con mantequilla y crujiente, todo ello aderezado con una salsa ácida. Los pasteles cuestan entre 1,90 y 4,90 euros.
Detrás de Pleincœur hay una verdadera historia familiar, como confiesa Maxime Frédéric en su cuenta de Instagram. Trabajando con lo que él llama su "familia del corazón", su familia y amigos en la vida real, ha imaginado este espacio como un lugar para compartir, donde la pastelería se convierte en un placer diario. De la crujiente bollería matinal a la reconfortante merienda, de las creaciones de chocolate a los postres refinados, Pleincœur pretende acompañar todos nuestros momentos gourmet del día.
En Pleincœur, el equipo está formado por entusiastas que, bajo la dirección de Maxime Frédéric, apuestan por los productos de temporada y las materias primas de los productores locales. Entre ellos se encuentran Gaëtan Lucas y Antonin Racinet, jefe pastelero y jefe panadero respectivamente, que acompañan a Frédéric en esta aventura desde el principio. Juntos han desarrollado nuevas recetas, inspiradas en los recuerdos de sus abuelas y en el respeto a la tradición, donde cada ingrediente cuenta una historia. Por ejemplo, la leche de las vacas normandas de Corinne y Christophe se convierte en yogur, mientras que las avellanas cultivadas en Lot-et-Garonne por amigos íntimos se transforman en delicias de chocolate.
Esta especial atención a las materias primas se refleja en toda la gama de productos que descubrirá en Pleincœur. A cualquier hora del día, podrá desayunar panes crujientes, brioches dulces o un croissant fundente, con café de Bolivia, seleccionado con el mismo rigor que el resto de los ingredientes. Para el almuerzo, una gama de creaciones saladas permite disfrutar de recetas a la vez inventivas y auténticas. A media tarde, la merienda se transforma en un momento reconfortante, evocador de las cuatro horas de la infancia, con pasteles extraídos de los recetarios familiares.
Más allá de los productos, Pleincœur es un homenaje a los artesanos y productores que colaboran con Maxime Frédéric en esta aventura. Cada ingrediente se elige cuidadosamente, procedente de cadenas de suministro cortas, respetando la estacionalidad y el medio ambiente. Este proyecto, a la vez local y responsable, demuestra la preocupación constante del chef por preservar la calidad de su arte al tiempo que promueve las habilidades de los hombres y mujeres que le rodean. Entre ellos, Casey y Jacques, que cultivan el café y recogen el cacao silvestre, votado como uno de los mejores del mundo en 2019.
Este apego a la tierra y a las personas le viene de su infancia en la granja. Una granja familiar donde hoy se producen las avellanas y los huevos que hacen las delicias de su repostería. Pleincœur aspira a convertirse en un punto de referencia en la vida de este barrio parisino, conectando con la comunidad local al tiempo que celebra los terruños franceses. Cada día, las creaciones de Maxime Frédéric y su equipo nos invitan a descubrir los frutos del trabajo de los artesanos de su corazón, desde Normandía hasta América Latina, pasando por Lot-et-Garonne.
En resumen, se trata de una nueva dirección que no hay que perderse en el barrio de Batignolles, donde Maxime Frédéric, su mujer y su equipo, esperan a todos los gourmets en busca de dulces excepcionales.
Los primeros troncos de Navidad de Pleincœur, la panadería y pastelería de Maxime Frédéric
Maxime Frédérix, célebre pastelero del Cheval Blanc de París, acaba de inaugurar su panadería y pastelería familiar Pleincœur. Para su primera temporada festiva, ha creado dos troncos de Navidad que no debe perderse este año. De vainilla o de avellana, le encantarán. No olvide hacer su pedido. [Seguir leyendo]
Fechas y horario de apertura
Desde el 23 de noviembre de 2024
Ubicación
Pastelería Pleincoeur
64 Rue des Batignolles
75017 Paris 17
Edad recomendada
Para todos
Sitio web oficial
pleincoeur.com