Seeklo, el arte de las parrilladas al estilo indio regadas con cócteles, una actuación impecable

El barrio de Folie-Méricourt es cada vez más popular entre los gourmets parisinos. Y no es para menos, ya que aquí abundan los nuevos (y buenos) restaurantes, desde bistronomía(Le Rigodon) a gastronomía(Amâlia), cocina internacional(Trâm 130) y comida callejera(Oté).

Desde finales de julio, este animado barrio del distrito 11 alberga Seeklo, un restaurante indio que exhibe el arte de la parrilla de leña y la cocina a la llama, una técnica utilizada en todas las regiones de la India y testimonio de un rico patrimonio ancestral.

Lejos de limitarse a reproducir recetas de probada eficacia, Seeklo ofrece una visión contemporánea de estas auténticas recetas indias, reinterpretadas con modernidad, delicadeza y singularidad en un marco refinado, también alejado de tópicos, diseñado por el estudio Mur.Mur. Desde el largo mostrador hecho de espejos, sobre las brasas encendidas, los olores y sabores de los cuatro rincones de la India tientan las fosas nasales.

Se lo decimos ahora mismo: nos encantó Seeklo. Nos encantó el ambiente lounge de estilo neoyorquino, el atento personal (atención a los angloparlantes: el servicio puede prestarse íntegramente en inglés) y las maravillas -sólidas y líquidas- que comimos con fruición.

A diferencia de algunos restaurantes indios de París, donde los distintos platos parten a veces de una base similar de especias y condimentos, cada uno de los platos para compartir de Seeklo tiene su propia singularidad, fácilmente distinguible de sus compañeros... ¡de forma explosiva!

Varios de nuestros favoritos durante nuestra visita: los bocaditos de pescado frito con tomillo y ajo (9 €) y sus buñuelos que se deshacen en la boca; los brócolis quemados bañados en salsa de cardamomo (12 €), los huevos revueltos masala (11 €) con encurtidos de cebolleta y, por supuesto, los kebabs, el plato estrella de la Maison.

A un lado del ring, brochetas de pollo tikka bañadas en una salsa de mantequilla y tomate (12 €), al otro, brochetas de gambas (13 €) condimentadas con hojas de curry al ajo y endulzadas con una emulsión de coco. La cosa está reñida, ¡y nos alegramos de darles la victoria ex-aequo! Como cada plato lleva una salsa/crema/condimento, es una buena idea optar por un naan de queso (4,5 €) para aprovechar hasta la última gota.

La otra contrapartida de Seeklo, a la par con elarte de la parrilla, es el arte de la mixología. También en este caso, el restaurante apuesta por las bebidas caseras, elaborando sus propios siropes, shrubs y bitters, un punto muy a favor. La carta es muy instructiva, detallando el grado de alcohol, el tamaño( tragocorto o largo), el perfil (de ligero a fuerte), así como los ingredientes y notas para orientar a los bebedores más novatos.

Nos tentaron el cóctel Himalayan G & Tea (ginebra, té del Himalaya, jerez; 11 €) y el cóctel Bhodrolok Hi Ball (vodka, sirope de lima agridulce casero, ácido de lima, tintura de lima, soda de jazmín; 11 €), innegablemente original, así como el Karikal Express (vodka, licor de café, vainilla, espresso, bitter de chocolate casero; 8 €), una especie de Espresso Martini con un toque Seeklo, por buen consejo del equipo.

Una última bebida salada, ideal para acompañar el rollizo y húmedo pastel de melaza y dátiles con una bola de helado de vainilla (8 €).