No siempre es fácil encontrar el valor para desafiar los fríos y grises días de invierno para ir a un restaurante. A menos que la dirección, al llegar, haga todo lo posible para que te sientas como en un pequeño capullo en el que acurrucarte a la luz de las velas.
Y eso es exactamente lo que Magnolia, el nuevo bistró de SoPi, abrió a finales de año con la ambición de ofrecer a los foodistas parisinos un refugio reconfortante. Y la apuesta ha merecido la pena.
Con el aire de una pequeña perorefinada brasserie parisina -mitad clásica, mitad contemporánea, con su mostrador de mármol y sus cortinas drapeadas a media altura con el encanto de antaño- Magnolia es obra de Maxime Vaudin, que está muy orgulloso de su nuevo proyecto.
Hay que decir que el restaurador se ha rodeado bien, recurriendo al chef anglosajón Jack Bosco Baker, que también ha trabajado en la Cave Paul Bert y feus Robert y en La Vierge de la Réunion.
Aprovechando su brillante experiencia en bistrot y sus raíces inglesas, el chef ofrece platos con espíritu gamberro, trabajando con caza y despojos, y optando por terminar sus platos con una barbacoa japonesa, todo lo cual añade caché y profundidad a sus platos.
En el momento de nuestra visita, el menú cambiaba a diario: excelentes brochetas de hígado de conejo (8 €), corazón de cordero con limón confitado y col puntiaguda (15 €), vieiras al vino amarillo (32 €) y puré de patatas, pato salvaje con ciruelas pasas (24 €), antes de terminar con un par de profiteroles (10 €) bañados en chocolate caliente al Armagnac.
En cuanto a los líquidos, Magnolia puede confiar en su selección de vinos (naturales) y cócteles (clásicos), como la Paloma, que vuelve a estar de moda en París en estos momentos, aunque lamentamos su pequeño tamaño. Con una carta de bistró como ésta, no podemos esperar a que el restaurante abra pronto para el almuerzo.
Ubicación
Magnolia
5 Rue Henry Monnier
75009 Paris 9
Sitio web oficial
www.restaurant-magnolia.fr