En el corazón del distrito 1 de París, una pepita de oro gastronómica y asequible espera a paseantes y gourmets por igual. Escondido en la rue de la Coquillère, Mannie es una buena dirección que tiene la no tan mala costumbre de hacer saltar por los aires los tópicos. En un barrio que nos sumerge en el corazón del París de las buenas películas, en la quintaesencia del lujo y la elegancia, este restaurante democratiza la buena mesa y ofrece a los parisinos de un día para otro una parada gastronómica a bajo precio y en un ambiente acogedor. Su menú 100% vegetariano está pensado para abrir el apetito más allá de la cuestión dietética, jugando con los placeres culpables que tientan a los gourmets, al tiempo que se apoya en una creatividad que despierta la curiosidad.
En Mannie' s aplicamos las buenas maneras de la restauración responsable: platos elaborados con productos de temporada procedentes de canales de distribución cortos. El resto es sin complicaciones: comida callejera para todos los apetitos, desde cuencos gourmet hasta reconfortantes hamburguesas, con guarniciones para todos los gustos y finger food para chuparse los dedos. Tanto si eres un fan de los sabores (muy) picantes, un aficionado a lo dulce y salado o un amante del queso, aquí encontrarásrecetas inspiradoras que demuestran, si es que se necesitaban pruebas, que la cocina vegetariana no tiene por qué ser aburrida.
La calidad de los productos debe hablar por sí misma, o se corre el riesgo de que el apetito que se abre leyendo la carta caiga como un suflé al probarlo. Afortunadamente, el hecho de ser de la zona tiene su mérito, y se tiene el placer de degustar verduras frescas, jugosas y llenas de sabor, como fue el caso de laberenjena asada con miso, de carne fundente y dulce. Se servía sobre una base de puré de patata y garbanzos picante, una alternativa reconfortante y más ligera que el hummus. Lo acompañaba una mermelada de tomates cherry con vinagre balsámico que despierta las papilas gustativas, coronada con crujientes avellanas.
Tampoco faltan las guarniciones, como las equilibradas patatas fritas de halloumi, con el queso suavizado por una salsa de miel y mise, y las acras de calabacín, un sabroso buñuelo de verduras. De postre, nos quedamos con los clásicos que suelen triunfar, las galletas y la tarta de zanahoria.
Cabe señalar que, para respetar el carácter estacional de los productos, el menú evoluciona y las recetas se adaptan en consecuencia. Y aunque Mannie ofrece comida callejera vegetariana, ésta no adopta la forma de "imitaciones" de clásicos adaptados, sino de cocina especializada, animada por diversas influencias. No hace falta ser vegetariano para que te guste. También apreciamos la relación calidad -precio que ofrece esta zona turística, no lejos del Museo del Louvre, la Comédie Française y el Palais-Royal. Eso sí, cuidado con las hamburguesas: le recomendamos encarecidamente que las acompañe con una guarnición, ya que se sirven sin acompañamiento.
Tarifas
accompagnements : €3 - €7.5
dessert : €3.5 - €4
Plat et bols : €10.5 - €12.5
burger : €12.9