Es una de esas direcciones intrigantes que despiertan nuestra curiosidad y nos invitan a seguir nuestros instintos. Paseando por la rue de Montreuil, en el número 51, un misterioso letrero de madera deja entrever a través de su cristal un anacrónico salón de estilo vintage donde un sinfín de piezas y decoraciones antiguas se combinan para crear un marco insólito que parece un gabinete de curiosidades. Bajo los ramos de flores secas que cuelgan, se distinguen varias mesas. Es difícil resistirse a la tentación de descubrir esta extraña dirección. Abra la puerta y será como si hubiera atravesado el espejo.
"Ya voy", nos avisan desde otra habitación. Llega Loulou, el propietario del restaurante. Después de trabajar por todo París, este experimentado chef se ha instalado en el distrito 11 de la capital para abrir su restaurante, Chez Loulou, un local a su imagen y semejanza, estrafalario y lleno de sorpresas. Con calidez y sin aspavientos, nos invita a sentarnos y a charlar con él de una forma natural y directa que contribuye al alma del lugar. A lo largo de la velada, descubrimos a un chef apasionado, de carácter fuerte y muy atento con sus invitados. Y cuando uno de ellos se aventuró a llamarle "Chef", fue cortado de inmediato: "¡Oh, no, Chef no! Soy Loulou".
En el menú, presentado en la pizarra, hay poco donde elegir. "Ya sabes por qué", dice Loulou. Nuestro anfitrión, que trabaja solo en el comedor y en la cocina, tiene el honor de ofrecer platos caseros y cocina elaborada con productos frescos de temporada, todo ello con una buena relación calidad-precio. Para cenar, el precio es de 28 euros por un entrante + plato + postre y de 25 euros por un entrante + plato o plato + postre. El menú incluye platos tradicionales que el espíritu creativo de Loulou ha perfeccionado y transformado.
Para comenzar nuestra degustación, nuestra primera elección es el estofado de setas ostra en caldo de ave y oporto, una de las recomendaciones del chef. Un entrante contundente, generosamente adornado con setas y muy reconfortante. También nos tienta la inspiración del día, un moelleux de queso de cabra. "Es un entrante frío, pero no digo más", nos dicen. Bajo su campana, un conejo de las nieves revela un cremoso queso de cabra relleno de frutos secos y coronado por un sorbete de limón. El conjunto es una fresca delicia para el paladar. El contraste entre estos dos platos marca la pauta: Loulou no ha terminado de sorprendernos.
A continuación, nos dejamos tentar por otra de las sugerencias del chef: "cordero de cuchara asado en melón". Servida directamente en la fruta, la carne se funde bien con la carne dulce del melón, realzada por notas frescas de menta. Otra tentación es la pata de conejo deshuesada estofada con una "receta de nuestras abuelas".
Se acompaña de lentejas y de un puré de patata gourmet que nos recordará la generosidad y la comodidad de la cocina de nuestras abuelas, y esta vez no tendremos que insistir en acabarnos las verduras. En cuanto a los ricos sabores que conserva la carne de conejo, son testimonio de una cocción lenta y controlada y de una meticulosa elección de las materias primas.
Nos hemos saciado y, sin embargo, nos resistimos a abandonar el cálido y acogedor capullo de Loulou. Así que decidimos ir más allá y compartir el postre. Echamos un vistazo a la pizarra. El brioche de caramelo tostado está marcado con tres corazones: es todo lo que necesitamos para tomar nuestra decisión. La torrija al estilo Loulou, con su caramelo de mantequilla salada y su bola de helado, pone fin a nuestra escapada con una nota regresiva. Entonces llega el temido momento de la partida. Echamos un último vistazo a las mil y una vistas que nos rodean y nos encaminamos hacia la salida con pesar, prometiéndonos a nosotros mismos que volveremos.
Recomendamos este lugar a los amantes de los bistrós tradicionales y a quienes estén dispuestos a dejarse llevar por el espíritu del descubrimiento. La carta evoluciona en función de las inspiraciones del chef y de la estacionalidad de los productos, y Loulou también se preocupa por seguir garantizando la mejor relación calidad-precio a la hora de elaborar su menú. Durante nuestra visita, pudimos descubrir una cocina rica y gourmet, aunque no hay opción vegetariana en el menú. Chez Loulou también ofrece dos franjas horarias de reserva por servicio, de 12.00 a 12.30 para el almuerzo y de 19.00 a 19.30 para la cena. Le recomendamos encarecidamente que llame con antelación para reservar su mesa.
Ubicación
Restaurante Chez Loulou
51 Rue de Montreuil
75011 Paris 11
Acceda a
Metro Rue des Boulets (línea 9)
Tarifas
Entrée + Plat ou Plat + Dessert : €25
Entrée + Plat + Dessert : €28